2020 fue un año atípico, un año que requirió adaptaciones, y que terminó siendo un estímulo para que busquemos soluciones en nuestra rutina personal, en la dinámica de las ciudades, en la industria, etc.
Momentos de la historia como este tienen efectos a largo plazo en la sociedad, impulsándonos a pensar sobre nuestra realidad, identificando problemas, buscando soluciones e innovaciones, e incluso revisando un estilo de vida, como en el caso de la pandemia.
Nuevos hábitos de la población
¿Has usado alcohol en gel hoy? Hábitos como este estarán con nosotros durante mucho tiempo a partir de ahora. Pero, ¿qué otros efectos en la vida de cada ciudadano podemos ver inmediatamente?
El primero y más evidente es el uso de mascarillas protectoras desechables, especialmente en ambientes cerrados, un método sencillo y eficaz para contener las gotas que se liberan al aire, así como la inhalación de microorganismos.
El distanciamiento social también ha cobrado fuerza y probablemente seguirá haciéndolo, restringiendo la cercanía y tocando solo a las personas más cercanas.
Veamos otros hábitos que tomaron fuerza en 2020 y llegaron para quedarse:
- Mayor atención a los síntomas y sospechas de contagio. El propio comercio ya se adaptó a las necesidades, con medidas como la exigencia de mascarillas, toma de temperatura a la entrada de los establecimientos, control de acceso de personas, entre otras.
- Higiene de manos y objetos en contacto con más personas, medida básica para controlar la transmisión de enfermedades.
La pandemia también nos trajo una nueva mirada a las formas de trabajar y colocó la “oficina en casa” en el centro del debate público. Al fin y al cabo, es posible utilizar las herramientas que nos brinda la tecnología y realizar muchas tareas en el hogar, ahorrando tiempo, recursos, espacio común de trabajo y priorizando el distanciamiento social.
La importancia de la higiene en el futuro
Desde el comienzo de la pandemia, mucho se ha dicho sobre qué medidas se podrían tomar para contener la propagación de la enfermedad. Y el cuidado de la higiene sigue siendo uno de los medios más eficaces para ello, empezando por la higiene de manos, tanto para los profesionales sanitarios como para la población en general.
Lavarse las manos con agua y jabón y, cuando esto no sea posible, higienizarlas con alcohol en gel se ha convertido en una necesidad, un hábito que la gente está adoptando cada vez más.
Además de las manos, siempre son bienvenidas algunas prácticas, como la limpieza de picaportes, superficies y objetos de uso común por parte de las personas.
La escasez de materia prima
Entre otros problemas en el ámbito social y económico, uno de los temas que golpeó fuertemente a la industria fue la escasez de insumos para la manufactura. Los rubros son de lo más variados, desde materias primas para grandes industrias hasta materiales básicos para pequeños empresarios locales. El efecto de la escasez de materias primas se traduce en un aumento de precios para el consumidor final, reduciendo las ventas e impactando directamente en la maquinaria económica del país.
Inicialmente, se esperaba una caída en el consumo, resultado natural del distanciamiento social. Sin una perspectiva clara de recuperación de la demanda, buena parte de la industria nacional mantuvo una producción por debajo de lo normal, contribuyendo a la baja oferta de productos que necesita el empresario. Sin embargo, hubo una reanudación del consumo más rápida de lo esperado gracias a las ayudas de emergencia pagadas a una parte de la población, lo que no permitió que gran parte de la industria siguiera el mismo ritmo.
Y por supuesto, una enorme demanda de determinados productos específicos para la lucha contra la pandemia. Mascarillas, alcohol en gel, productos de limpieza, material hospitalario, entre otros, todos productos que, en un brevísimo espacio de tiempo, son demandados por la sociedad en su conjunto.
Nuevas demandas de la sociedad
Desde la perspectiva de la industria, se puso a prueba un detalle: su capacidad para anticiparse y atender las demandas urgentes de la sociedad, aunque ello requiera revisar modelos de negocio y reinventarse.
Las demandas de alcohol en gel y mascarillas fueron las necesidades más evidentes. Artículos antes muy utilizados por los profesionales de la salud, la producción de mascarillas y alcohol en gel sufrió su impacto al inicio de la pandemia, con desabastecimiento en supermercados y farmacias, y precios por las nubes.
Profills fue pionera en resolver este problema y comenzó a fabricar máquinas para la producción de máscaras protectoras desechables. Fuimos la primera industria en Brasil en introducir este equipo en el mercado y las máscaras desechables fabricadas por Máquinas Profills ya están protegiendo a muchas personas en todo el país.
Asimismo, Profills intensificó la producción de Máquinas para el llenado de alcohol gel en envases flexibles, abasteciendo buena parte de la demanda del mercado y solucionando el problema de falta de envase del producto. Soluciones como estas fueron, y siguen siendo, extremadamente importantes para nosotros para resolver los problemas de la pandemia.
Mayor producción + calidad del producto
Como en otras áreas de la salud, la mayor necesidad y capacidad de producción no podía comprometer la calidad de los productos suministrados. Y el esfuerzo de Profills do Brasil para contribuir a este problema surgió precisamente de las necesidades urgentes de la población, suministrando Máquinas Llenadoras para envases flexibles con tecnología de punta capaz de mantener la línea de producción de alcohol en gel y, en otro frente, suministrar la industria con Máquinas para la producción de máscaras desechables en material no tejido (TNT) de acuerdo con todos los requisitos técnicos para combatir el Coronavirus.
Es Profills do Brasil y la sociedad brasileña juntos para poner fin a la pandemia. Y asegurándonos de que 2021 sea nuestro año perfecto.