El desarrollo de tecnologías basadas en la inteligencia artificial y su constante mejora nos aportan cada día importantes beneficios y que pueden ir incorporándose paulatinamente a la sociedad y a nuestras empresas.
Recientemente, hemos escuchado mucho sobre ChatGPT, una plataforma de inteligencia artificial desarrollada por OpenAI que ha llamado la atención de todos, desde los expertos en tecnología hasta el público en general.
Tecnologías como ChatGPT son el resultado de años de desarrollo y tienden a ser cada vez más utilizadas en nuestra vida diaria. Por lo tanto, vale la pena retroceder un poco en el tiempo, para entender cómo llegamos a esta etapa de máquinas que “piensan” como nosotros.
Redes neuronales artificiales
El primer paso en inteligencia artificial avanzada, el debate sobre redes neuronales artificiales surgió en la década de 1940, entre científicos de la Universidad de Illinois, en un esfuerzo por asociar las células nerviosas humanas con procesos electrónicos.
Fue a mediados de la década de 1960, con la llegada de las primeras computadoras, que el estudio de esta relación entre el funcionamiento de las neuronas y el modelado de sistemas eléctricos permitió la creación de simulaciones de redes neuronales.
Con el tema en auge, computación e inteligencia artificial se entendían como una misma cosa. Por primera vez estamos utilizando máquinas, básicamente de cálculo, mejores que el cerebro humano, con mayor capacidad de procesamiento.
Sin embargo, el inicio de la informática pronto presentó sus limitaciones, con poca tecnología de hardware y poca aplicación práctica.
Machine learning
Fue en la década de 1980 cuando la agenda de la inteligencia artificial cobró impulso nuevamente. A este momento lo llamamos tecnología de aprendizaje automático, hasta aproximadamente el año 2010.
Machine learning no es más que machine learning, es decir, la tecnología que automatiza procesos analíticos para crear algoritmos, utilizando datos para su “aprendizaje”, una especie de entrenamiento constante.
Deep learning
Y la tecnología ha avanzado más allá del aprendizaje automático.
Hoy llegamos al aprendizaje profundo, un paso más allá en el aprendizaje automático. Más que un simple aprendizaje a través de algoritmos, el aprendizaje profundo permite formar redes neuronales capaces de simular acciones en el propio cerebro humano.
Así, es posible entrenar la tecnología para acciones más refinadas, como clasificar imágenes, detectar objetos, hacer predicciones y describir contenido en detalle. Las tecnologías basadas en el aprendizaje profundo se alimentan de grandes volúmenes de datos y dependen de una alta potencia computacional.
Podemos citar como ejemplos de aprendizaje profundo, en nuestra vida diaria, el Asistente de Google, el asistente virtual Alexa, Siri y ChatGPT.
¿Y cuáles son los beneficios de la inteligencia artificial para la sociedad?
La inteligencia artificial automatiza el aprendizaje y el descubrimiento repetitivos. A diferencia de la automatización simple, enfocada en tareas manuales, la inteligencia artificial se enfoca en tareas frecuentes e informatizadas, tratando con sistemas más complejos. Veamos algunos beneficios.
- Agrega "inteligencia" a una amplia gama de productos y dispositivos
La inteligencia artificial más habitual, en nuestro día a día, no se vende individualmente. Es decir, la tecnología en sí no se usa “sola”, sino combinada con otro tipo de productos, como robots en la industria, electrodomésticos inteligentes, teléfonos celulares y dispositivos que combinan variedad de datos, entre otros.
La tendencia es que tecnologías como esta se inserten cada vez más, poco a poco, en otras situaciones para el entorno residencial y de seguridad, por ejemplo.
- Capacidad de adaptación a través de algoritmos.
La inteligencia artificial tiene la capacidad de encontrar estructuras en los datos, lo que la convierte en una especie de “clasificador”.
Es decir, el algoritmo de estas tecnologías consigue autoenseñarse una clasificación, por ejemplo, de los productos que se anuncian online para cada tipo de consumidor. Y cuantos más datos reciben, más precisas se vuelven sus indicaciones.
- Capaz de analizar un mayor volumen de datos
Las nuevas generaciones de inteligencia artificial utilizan cada vez más datos para mejorar su capacidad de lectura de los sistemas. Combinada con la capacidad computacional que tenemos hoy, la IA es cada vez más precisa y tiene un enorme potencial para todos los ámbitos de la sociedad.
- Tiene mayor precisión
Al depender de las redes neuronales para el aprendizaje automático, la IA hoy en día tiene una capacidad de interacción que antes era imposible. Por ejemplo, herramientas como las interacciones de ChatGPT, Google o Alexa, que se basan en el aprendizaje profundo, tienden a aumentar en precisión cuanto más se usan.
Es importante señalar que actividades cotidianas que parecen básicas, como una simple búsqueda en Google, son solo una punta del enorme potencial que tiene la IA para la sociedad. Y todo el tiempo aparecen nuevas formas de utilizar este tipo de tecnología.
Y tu empresa, ¿ya está preparada para la última tecnología?
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