La protección de los alimentos en producción se ha convertido en uno de los parámetros más importantes de la industria mundial, la cual se ha fijado como principal objetivo anular el efecto de organismos que puedan comprometer las propiedades y calidad de estos alimentos para el consumo.
Para comenzar este tema, comprendamos qué son estos microorganismos, para que podamos entender cómo encajan en la historia de nuestra producción de alimentos.
Conociendo a los Microorganismos
Los microorganismos son todos aquellos organismos formados por una sola célula, y que pueden tener una naturaleza totalmente diferente entre una y otra. De dimensiones muy reducidas, estos pequeños seres no son visibles a simple vista, requiriendo un microscopio para su observación.
Existe un área específica de la biología para ellos, llamada microbiología, que los divide en las siguientes categorías:
Virus;
Bacterias;
Hongos;
Protozoos.
Y ya que estamos hablando de microorganismos y protección de alimentos, vale recordar que existe un área de estudio de la microbiología enfocada al papel que juegan en la industrialización de los alimentos, llamada Microbiología de Alimentos.
Hablemos un poco de esta productiva combinación entre los alimentos y la función de los microorganismos.
La microbiología de los alimentos
Como mencionamos, el área denominada microbiología de los alimentos se encarga de estudiar el papel de los microorganismos en el contexto de los alimentos, relacionándolos con el procesamiento de los productos, su vida útil, el desarrollo de nuevos productos a partir de organismos unicelulares, y también las posibles variaciones en la percepción sensorial. Propiedades de cada alimento.
Los microorganismos se pueden dividir en tres categorías según su papel en la alteración de los alimentos:
Microorganismos que alteran la química de los alimentos, por tanto, nocivos, ya que favorecen su deterioro microbiano.
Microorganismos patógenos, es decir, organismos que causan enfermedades, presentes en los alimentos. Ofreciendo un riesgo para la salud, esta categoría indica higiene precaria, conservación o distribución distribuida incorrectamente.
Y finalmente los microorganismos beneficiosos para la producción de alimentos, que los transforman en nuevos productos a través de la fermentación.
Estos son algunos de los alimentos que consumimos a diario y que requieren de la acción de microorganismos beneficiosos para la producción y nuestra salud:
Quesos;
Bebidas de leche fermentada;
Conservas;
Vinos;
Cerveza, entre otros.
Cabe recordar aquí que, a pesar del papel fundamental de los microorganismos en la producción controlada, la excelencia en la calidad del producto, el cuidadoso almacenamiento en los envases y la adecuada distribución son aspectos exigidos por el mercado y por las normas sanitarias.
Envases en conservación y comunicación con el cliente
En los últimos años, el empaque ha evolucionado mucho en cuanto a funcionalidad, trayendo de la industria tecnológica algunos atributos que hoy marcan la diferencia para cualquier productor.
Tenemos muy clara la importancia del envasado en la conservación de los alimentos, no solo frente a microorganismos perjudiciales para su calidad, sino también por aspectos como el correcto almacenamiento de los productos, la comunicación con el cliente, el transporte, los costes que implica la producción y, principalmente, la practicidad que disfruta el consumidor.
Y los envases flexibles juegan un papel clave en la conservación de las características de cada alimento.
Ventajas para el consumidor:
Menos volumen y peso en el manejo;
Ocupa menos espacio para almacenar;
Al utilizar menos materia prima, produce menos residuos tras su consumo;
Sentido práctico.
Ventajas para quien produce:
Economía de materias primas y energía;
Presentado en estantes minoristas;
Mantiene el producto bien conservado, libre de microorganismos;
Mayor variedad de personalización;
Contribuye a la credibilidad de la marca, sugiriendo seguridad y confianza.
Por lo tanto, un alimento cuyo empaque cumple con los estándares internacionales de calidad es capaz de proyectarse en el mercado, ganando visibilidad y destacándose de la competencia.
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